HACIA UNA CULTURA DE LA PREVENCIÓN

 

 

Las artes del espectáculo asisten en la actualidad a un escenario de reconfiguración donde temas considerados tradicionalmente como privados, y por lo tanto marginales y silenciados, comienzan a desplegarse en el ámbito público atravesando el espacio social. Se visibilizan hechos de violencia sexual que en numerosas ocasiones habían quedado inscriptos de modo diluido como pequeños actos sin incidencia, como historias opacas de margen, como estallidos emocionales incomprensibles o de dudosa veracidad. Comienzan a construirse nuevos espacios de diálogo y reflexión y en sus prácticas de encuentro, las personas toman conciencia de sí mismas en relación con las otras y se habilita una mediación de la propia experiencia. En estos espacios donde se dice lo nunca dicho, se experimenta la escucha del semejante, acción productiva de sentidos en relación con lo vivido y acción productiva de sentidos en la relación con pares, con lo propio y con el mundo.

En este nuevo tejido comienzan a circular los primeros datos. Según la encuesta Trayectorias laborales presentada en 2018 por SAGAI -Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes-, de la que participaron 1116 personas, dos de cada tres actrices y uno de cada tres actores declaró haber sido acosada y acosado sexualmente en algún momento de su carrera. El 6% de quienes manifestaron haber sufrido acoso eran menores de edad al momento del abuso. El 38% de las personas encuestadas presenció situaciones de acoso sexual a terceras personas. El 54% de las actrices encuestadas realizó escenas de sexo y de ese porcentaje, el 50% aseguró haberse sentido incómoda haciéndolo. En cuanto a los actores, el 51% realizó escenas de sexo, pero sólo el 17% dijo haberse sentido incómodo. Los datos obtenidos se constituyen en una radiografía de una situación preocupante que requiere la puesta en marcha de acciones concretas y el compromiso de todos los sectores.

El acoso, abuso sexual o cualquier tipo de acción que atente contra la integridad sexual de las personas en el ámbito laboral son susceptibles de prevención por definición dado que sus factores determinantes se encuentran precisamente en las condiciones de producción, siendo entonces una  herramienta central el desarrollo y la consolidación de una cultura de la prevención y de la seguridad laboral. Una cultura en la que el derecho a un ambiente de trabajo seguro y salutogénico se respete en todos los niveles y en la que gobierno, organizaciones, empresas, empleadores, sindicatos y trabajadores promuevan iniciativas destinadas a asegurar y mantener estas condiciones. Una cultura basada en un sistema de derechos y responsabilidades bien definidas en las que se concede la máxima prioridad al principio de prevención. Instalar esta cultura preventiva en el ámbito laboral de las artes del espectáculo requiere del compromiso y la participación de todas las personas involucradas directa o indirectamente en los procesos de producción siendo fundamentales las acciones de divulgación, información, sensibilización, comunicación y formación.

  Con esta primera publicación queda abierto este blog, un espacio participativo para pensar, debatir y compartir experiencias.

 

María Soledad Marciani