En los últimos años se ha afirmado en el ámbito de las artes del espectáculo la coordinación de intimidad, una nueva perspectiva desde donde repensar las condiciones de producción en el cine, tv, serialidad y performances en vivo. Se trata de un nuevo campo de experticia que invita a todas las personas afines al sector a reexaminar los modos en que se ha trabajado tradicionalmente a la hora de filmar escenas de intimidad, sexo simulado o que contengan desnudez.

Como correlato de los cambios sociales y cambios de paradigma contemporáneos, la metodología y modalidades para construir el relato íntimo escénico desde la fisicalidad de les intérpretes están redefiniéndose. El movimiento Metoo ha incrementado sensiblemente la demanda de profesionales en coordinación de intimidad en pasises anglosajones y esto se debe en parte a la capacidad de esta disciplina para construir nuevos modos de trabajo escénico basados en la absoluta soberanía del intérprete sobre su propio cuerpo.

Si bien la coordinación de intimidad está diseñada específicamente para el abordaje de escenas de intimidad en el dispositivo escénico, sus aportes pueden mejorar significativamente el trabajo general de intérpretes incluso fuera del escenario o set.

El objetivo es garantizar la seguridad de intérpretes promoviendo la implementación de protocolos específicos para escenas de intimidad, sexo simulado o que contengan desnudez, favoreciendo la construcción de canales de comunicación abiertos y continuos entre las personas, tendientes a promover el diálogo, la transparencia y la construcción de acuerdos basados en el consentimiento informado, continuo e institucionalizado. También, brindar capacitación y asesoramiento para el desarrollo y la consolidación de una cultura de la prevención, una cultura del consentimiento junto con la conformación de ambientes de trabajo salutogénicos.